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Inversión de capital e inversión humano


El objetivo de una inversión de capital riesgo en una empresa es la de ayudarla a crecer y expandirse para poder en un momento dado obtener un reintegro con importantes beneficios. Cuando entra una inversión importante, el sentimiento dentro de la empresa por lógica es de optimismo ya que externamente ha habido una visión de potencial crecimiento, de que las cosas van a ir a más y mejor. Se piensa que con la entrada de capital habrá unas mejoras en la estructura de la empresa: mejoras en las instalaciones, mayores retribuciones, aumento de personal, participación en innovadores proyectos, crecimiento profesional, etc...todo parece que va a poder optimizarse.

Desde el punto de vista de los responsables de la empresa, la entrada de capital externo está sujeto a diversos condicionantes como es el cumplimiento de objetivos dirigidos a la rentabilidad de la inversión. Esto quiere decir en muchos casos que el dinero introducido va a estar mayormente dirigido a sufragar distintos costes destinados a nuevos desembolsos para alcanzar este crecimiento (principalmente ventas y I+D+i) y no a mejorar las condiciones con las que se ha mantenido la empresa. Los inversores van a requerir un mayor control y seguimiento de cuentas y balances, y la presión por lograr los objetivos propuestos aumentará.

¿Cómo debería ser el mensaje a comunicar de la directiva a los empleados?

Si se envía un mensaje directo aclarando que el dinero que entra no va a cambiar las condiciones laborales de cada uno (mismo salario, mismas condiciones, mismas instalaciones, mismas responsabilidades, etc.) pero que por el contrario debido a la entrada de inversores habrá un incremento de trabajo debido a la presión por cumplimiento de resultados, la consecuencia es clara, el empleado se desmotiva: ha pasado de una expectativa de mejoras a encontrarse con las mismas condiciones laborales pero con mayor presión y carga de trabajo. En este caso, ¿de qué sirve una inversión si no se transmite la misma estimulación y confianza en la empresa que ha atraído a los inversores, a los mismos empleados?

Los directivos han de poder comunicar a los empleados el sentimiento de convicción e ilusión en el proyecto empresarial que se ha transmitido a los mismos inversores ya que si éstos invierten dinero en la empresa, son los empleados quienes invierten en el core de la entidad con el mayor valor capital, el capital humano.

Es elemental que se ha de rebajar las elevadas pretensiones y expectativas en cuanto a lo que representa una inversión de capital que pueden tener los empleados, ya que por naturaleza y falta de información tienden a ilusionarse más allá de la realidad. Triplicar sueldos, despachos personales, secretarias adjuntas, vuelos business, etc... son evidentes que no pueden ser atribuidos a la ligera, pero un mensaje similar al que podría darse a los inversores mediante el logro de etapas para una progresiva recogida de frutos puede ser un buen estímulo para los empleados. No se va a destinar la inversión concedida a duplicar salarios para mañana, pero sí puede ser designada a desarrollar nuevas soluciones o servicios y nuevas campañas de marketing para aumentar la posición de la empresa en el mercado, dejando claro que si la empresa crece, el empleado crece.

Si a un comercial se le exige un aumento del 20% en ventas, ha de ser estimulado sea mediante una retribución económica a la consecución o una mayor proyección profesional, como puede ser la entrada en mercados internacionales o el manejo de un mayor portfolio de productos o cartera de grandes clientes.
Si a un ingeniero se le pide el desarrollo de un nuevo producto en un plazo ajustado de tiempo, ha de poder ser alentado con proyectos innovadores que le permitan progresar y adquirir nuevos conocimientos, cursos de formación y/o especialización, retos profesionales y visionarle que mediante este hito, habrá ilusionantes proyectos futuros o mayores responsabilidades en cuanto a gestión de nuevos proyectos.

El empleado al fin y al cabo es como el inversor, ha de creer en la empresa, destinar sus propios recursos mediante tiempo y esfuerzo, para posteriormente poder obtener unos beneficios personales tanto económicos como profesionales. A un inversor no le solicitas un continuo ingreso de dinero sin ofrecerle expectativas de retorno de beneficios atractivos, por ello, a un empleado no puedes requerirle un mayor trabajo y esfuerzo sin proponerle perspectivas de mejoras con el tiempo de su situación laboral.

La entrada de inversión ha de ir acompañado de una buena comunicación de la directiva a los empleados. Se ha de transmitir que dicha inversión ha de permitir a la empresa lograr un crecimiento y posicionamiento que a su vez otorgará un mayor progreso profesional a sus empleados de manera progresiva.

Es importante tener claro que en una empresa, el mayor valor es el capital humano del que se rigen los cimientos de la empresa. Es por ello que si con la participación y trabajo de estos empleados se ha conseguido crecer, es razonable que deban sentirse participes de los éxitos que pueda obtener la empresa. Estos empleados han sido los primeros que han apostado por la empresa y deberían ser considerados del mismo modo que los inversores que acaban de apostar en ésta. Los inversores apuestan por el progreso de una empresa, la empresa ha de ofrecer un progreso a los empleados.

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