WilsonTseng

Have you met... me ?

Hay que iluminar la idea


Una idea suele ser la base con lo que los emprendedores empezamos. Esta idea puede originarse de varios modos y pueden aparecer gracias a la creatividad, inspiración o visión de un emprendedor.

Una idea puede compararse a un espermatozoide. Hay miles, millones de ellos que fluyen a la espera de su opotunidad para fecundar. Por sí solas no valen nada, cero, difícilmente van a pagarte por una simple idea y posiblemente a medida que pase el tiempo éstas acaben en nada.

Al igual que los espermatozoides, las ideas requieren de un segundo activo imprescindible que las conviertan en un embrión, que lo conviertan en un proyecto de bebé o un proyecto de empresa. Este activo ha de estar representado por la determinación e iniciativa del emprendedor.

Durante la gestación de la idea, un buen emprendedor al igual que un buen padre, deberá alimentarlo adecuadamente, dedicarle los recursos, esfuerzos y tiempo necesario para que el día del nacimiento y creación de la empresa sea lo más sana y fuerte posible para sobrevivir a la dura etapa inicial del mundo real.

Una de las reticencias más frecuentes en esta etapa es la inseguridad e incertidumbre que rodea a las ideas. ¿Es lo suficientemente buena?, ¿Tendrá éxito?, ¿Podré llevarla a cabo?, etc... Comúnmente estas dudas restringen el desarrollo de la idea ya que suelen quedarse allí, envuelto por unos muros inamovibles creado por los propios emprendedores. Esto es debido a que son muchos los que temen revelar su idea por miedo a ser copiados o ninguneados, por lo que no llegan a discutirlo con demás personas para resolver esas dudas que impidan progresar la idea.

En mi opinión es importante poder comunicar y compartir la idea desde sus inicios con demás personas (siempre bajo un mínimo de confianza) puesto que dos cerebros son siempre mejor que uno, pero además porque distintos puntos de vista pueden aportar valores o debilidades que nosotros mismos no habríamos identificado debido a sus perspectivas imparciales. Al fin y al cabo por naturaleza, ¡nosotros siempre vamos a ver a nuestro bebe como el más bonito y perfecto del mundo!

El miedo a divulgar una idea por el riesgo a ser copiada es erróneo. Si partiendo de una misma idea la otra persona tiene éxito y nosotros no, será porque ha sabido trabajarlo mejor y simplemente es mejor que nostros. Siempre va a haber la posibilidad de que nos copien, incluso una vez que ya hayamos consolidado la empresa. El problema viene si nuestra idea presenta lagunas que puedan ser aprovechadas y mejoradas por los demás. Es más importante ser los mejores que ser los primeros.

Un claro ejemplo podemos encontralo con los buscadores. Pocos seremos los que nos acordemos de los primeros buscadores que copaban la red: Altavista, Excite, Lycos... porque los que realmente supieron ofrecer el mejor producto a los usuarios fueron los posteriores Yahoo! y Google.

Como dice un conocido refrán:

The early bird might get the worm, but the second mouse gets the cheese.


0 comentarios:

Publicar un comentario