Parece un tópico, pero el "factor suerte" es algo que se sigue relacionando como uno de los elementos para tener éxito. Es curioso como la gente afirma y atribuye los logros de las personas a la buena suerte y en cambio sus propios fracasos a la mala fortuna, mientras que por otro lado los propios acreedores de dichos éxitos/suerte instan en reiterar que todo resultado viene dado por diversas circunstancias como el trabajo, perseverancia, riesgo, esfuerzo, ilusión, etc.... pero nunca citan a la preciada suerte.
Como bien define Carlos Blanco, se debería hablar más de causalidades, donde toda consecuencia ocurre por algún motivo. Si se pierde el tren por 5 segundos no es mala suerte, es porque hemos salido de casa 5 segundos más tarde, de la misma forma que si pisamos un excremento de perro en la calle es debido a que no hemos estado atentos mientras caminábamos y a cause de que alguien no conoce la palabra civismo.
El emprendedor debe entender que su proyecto o empresa no va a convertirle de la noche a la mañana en millonario con un poco de suerte, sino que para que la empresa funcione, ha de tener presente el gran trabajo y enorme compromiso que requerirá el mero hecho de mantenerlo a flote y que en cualquier caso deberá labrarse su propia suerte.
Un experimente que refleja los argumentos mencionados es el que describe Alex Oxenford, en el que se estudia el comportamiento de un grupo de personas que se considera afortunada y otro que no. También es muy interesante como Didac Lee describe la suerte que le ha llevado a fundar sus exitosas empresas y logrado sus innumerables premios, además de las interminables jornadas laborales.
Seguramente donde más se erige el factor suerte es en la toma de decisiones, ya que es común que una mala elección se vincule con la mala suerte. La entrada de Vicens Castellano "Elijas lo que elijas, pierdes" explica con claros ejemplos como se afronta el resultado de una decisión. Si tu mentalidad es siempre negativa como bien recriminaba Van Gaal, cortes el cable rojo como el cable azul, tu bomba siempre acabará estallando.
Las consecuencias de las decisiones deben ser asumidas y afrontadas de forma que siempre resulte en una transcendencia positiva y en una experiencia constructiva. En más de una ocasión hemos oído como casos de fracasos o decisiones incorrectas previas, han derivado en grandes éxitos, siendo un claro ejemplo nuestros primeros pasos de bebe, cuando aprendimos a caminar a base de repetidas caídas e numerosos intentos. Al fin y al cabo se dice que las decisiones acertadas llegan a través de la experiencia, y a su vez la experiencia se consigue gracias a las decisiones equivocadas. ¿Cuántos de nosotros hemos sufrido algún fracaso? ¿Cuántos de nosotros nos hemos recuperado y hemos aprendido a hacernos más fuerte con ellos?
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