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La reforma sanitaria en los EEUU: la huella de Barack Obama



Estados Unidos es el único país desarrollado que hasta ahora no cuenta con un sistema de cobertura sanitaria universal, lo que deja sin protección sanitaria a más de 45 millones de personas. Siguiendo la ideología democrata de garantizar la igualdad y reducir desequilibrios sociales, el actual presidente Barack Obama, pretende realizar una reforma sanitaria mediante un nueva intervención del estado.

La actual situación

El actual sistema público sanitario sólo cubre a tres grupos de personas:
  • Los pensionistas mayores de 65 años, mediante el programa Medicare.
  • Las personas sin recursos, mediante el programa Medicaid.
  • Los niños de las familias con recursos limitados no cubiertos por Medicaid.

En la presente situación, la ley obliga a los empleadores a asegurar a sus trabajadores la cobertura sanitaria derivada de los accidentes laborales, pero no estan legalmente obligados a facilitar cobertura sanitaria general. De todos modos, la mayoría de grandes empresas brindan este tipo de protección a sus trabajadores, se estima que un 60% de la población que tiene asistencia sanitaria la obtienen por esta vía.

El problema reside en los trabajadores de salarios bajos de pequeñas y medianas empresas que no pueden permitirse los costes de los seguros privados. El riesgo también se extiende a los trabajadores cuyo seguro médico es cubierto por la empresa, puesto que la pérdida del empleo conlleva la pérdida de la propia cobertura sanitaria ( y de la familia dependiente), paralelo a la pérdida del salario.

La falta de un impuesto obligatorio para las empresas que financiase la sanidad, como ocurre en los países que cuentan con sistemas públicos, podía considerarse durante un tiempo como una ventaja competitiva de las empresas norteamericanas a la hora de hacer frente los costes laborales de sus trabajadores. Sin embargo, el constante incremento de los seguros médicos privados (un 87% en la última decada) ha jugado en su contra en los últimos tiempos.


El Plan Obama

La nueva inicitiva del presidente Barack Obama, pretende cubrir o se podría decir obligar a asegurar a todos los norteamericanos, ofreciendo ayudas a los que no puedan financiarse las pólizas y forzando al sector privado a rebajar los costes y aceptar la cobertura a cualquier ciudadano (en la actualidad las aseguradoras podían rechazar cubrir a enfermos graves que lo solicitasen). De este modo, unos 32 millones de personas podrían acceder a una cobertura sanitaria, siendo la mayoría de los restantes 13 millones de personas sin seguro, inmigrantes sin documentos.

Por otra parte, la reforma también afectará a quienes actualmente gozan de un seguro privado, ya que la nueva normativa permitirá mantener las mismas condiciones de cobertura sanitaria a los trabajadores que pierdan su empleo, y obligarán a las aseguradoras a aceptar el tratamiento de sus clientes que se les haya diagnosticado una enfermedad grave y costosa.

Las mejoras que debe conllevar la nueva reforma sanitaria son:
  • Ofrecer un seguro médico a unos 32 millones de norteamericanos que en estos momentos carecen de ello. El Estado subvencionará a las familias cuyos ingresos anuales sean inferiores a USD88.000 y personas con ingresos que no alcancen los USD29.300 anuales.
  • Obligar a las aseguradoras a cubrir condiciones preexistentes para que todos los ciudadanos obtengan beneficios pagando primas estables y asequibles sin importar su estado de salud o expediente médico.
  • Eliminación de restricciones de gasto máximo en tu seguro médico, actualmente si se sobrepasa un cierto importe, se pierde el seguro.
  • Mejorar el proceso de apelaciones para las denuncias particulares contra las aseguradores por maltrato.
  • Crear un nuevo Crédito Fiscal de Salud para las PIMES para que las empresas puedan ofrecer seguros asequibles a sus empleados.
  • Del mismo modo, se obligará a las empresas de más de 50 trabajadores, proveer de seguro médico a sus empleados.
  • Cubrir parte de los gastos catastróficos que pagan las empresas cuando reducen las primas de sus trabajadores.
  • Evitar que las aseguradoras sobrevaloren los seguros de responsabilidad civil que se pagan a doctores.
  • Invertir en estrategias para disminuir los errores médicos prevenibles mediante la medicina preventiva gratuita.
  • Establecer un Intercambio Nacional de Cobertura Médica con una serie de opciones de cobertura privada, junto con un nuevo plan público que ofrezca los beneficios que disfrutan los miembros del Congreso y que permita a empresas e individuos adquirir una cobertura asequible.
  • Los hijos podrán ser cubiertos por los seguros de sus padres hasta la edad de 26 años.
  • La reforma también tiene la intención de controlar el gasto de médicos y hospitales, ya que el gasto que representa la sanidad en los EEUU se ha disparado en los últimos años, por lo que se pretende incentivar medidas a través de programas piloto que optimicen los recursos sanitarios de forma eficiente.
Con todo ello, se estima que la incursión de las nuevas medidas, podrá ahorrarle a las familias norteamericanas una media de USD2.500, mediante las siguientes reformas:

  • Reducción de los costos de los medicamentos. Se facilitará la importación de medicamentos seguros de los países desarrollados, se aumentará el uso de los medicamnetos genéricos y se hará frente a las compañías farmacéuticas que obstaculicen el comercio de medicamento asequible.
  • Supervisión y se revisión de la información de calidad en los hospitales para el estudio real de rendimiento de cuentas.
  • Reducción de los costes de enfermedades catastróficas para los empleados y empleadores.
  • Reforma del mercado de aseguradoras para promover la competencia de precios, haciendo frente a las práctivas anticompetitivas que ha derivado en un aumentado de los precios sin mejorar la calidad del servicio en los últimos tiempos.

¿Cómo se financiará?

El plan que se desea llevar a cabo costará alrededor de USD940.000 millones en diez años, un dinero que debe ser financiado mayoritariamente gracias a un aumento de los impuestos:
  • Tasas sobre compañías de medicamentos y aseguradoras
  • Impuesto del 2,9% en la venta de aparatos médicos
  • Incremento del 3,8% en los impuestos de los seguros para quienes ganen más de USD250.000 al año. (Se elimina el corte impositivo otorgado por el ex-Presidente Bush)
  • Tasas a las empresas que no ofrecen seguros a sus trabajadores
  • Impuestos del 10% en salones de bronceado

Se pretende distribuir la riqueza de los más ricos a los que más lo necesitan. Se prevé que la reforma no sólo se financiará por sí misma, sino que el aumento de los impuestos descritos, reducirá el déficit público en USD143.000 millones


Consecuencias de la reforma en los distintos sectores

Estos cambios que se producirán, afectará de forma distinta a los diferentes actores que de forma directa e indirecta han sido protagonistas del sistema sanitaria de los EEUU.

Por un lado, los Hospitales y las farmacéuticas parecen ser las más beneficiadas. Aunque se espera que las empresas farmacéuticas tengan que contribuir con importes de unos USD3.000 millones en los próximos años por los impuestos que deberán financiar la reforma sanitaria, se prevé que será compensado por el gran aumento de norteamericanos que tendrán acceso a la compra de medicamentos, aumentando el volumen de negocio total.

Por el otro, las aseguradoras y los médicos serán quienes serán más perjudicados. El actual sistema ha sido permisivo con los abusos de las aseguradoras, quienes según ciertas situaciones podían cancelar la póliza de clientes ingresados de forma grave (costosa) o denegar cubrir a personas con historiales médicos severos, todo ello con subidas anuales cercanas al 10% sin mejoras en los servicios. La reforma sanitaria pretende quitar fuerza a las aseguradoras y restringiendo su política de indiscriminalidad y garantizando la competitividad.
El control del gasto sanitario que se llevará a cabo, afectará a los médicos que suelen cobrar por tratamiento. Para ellos, más visitas, más exámenes, radiografías, ecografías, etc. les aportaba mayores ingresos. La optimización de recursos que traerá la reforma sanitaria, pretende que se incentive los resultados positivos en los pacientes de forma eficiente, no en el mayor número de diagnósticos.

Lucha de los demócratas y republicanos

La cámara de representantes aprobó el pasado 22 de marzo 2010 la propuesta para la reforma sanitaria de los EEUU de Barack Obama con 219 votos a favor y 212 en contra, de los que ningún republicano votó a favor y 34 demócratas votaron en contra.

Desde el principio, los dos partidos estaban de acuerdo en que el sistema actual debía cambiar, pero cada uno lo veía el cambio desde un punto de vista diferente. Mientras que los demócratas han apostado desde un inicio por un cambio global, los republicanos apoyan la regulación mediante pasos más escalados.

Los republicanos defienden el liberalismo económico y la mínima intervención del estado en la economía. No aprueban que el gobierno interfiera y "obligue" a los ciudadanos a contratar un seguro médico. No apoyan que el Estado deba ayudar a cubrir a todos los ciudadanos americanos ya que no lo ven sostenible. "No podemos permitírnoslo. En un mundo perfecto todo el mundo tendría lo que quiere" según el republicano Eric Cantor, criticando la intervención del gobierno y la subida de impuestos.

Esta sostenibilidad puede ser motivo de debate y conflicto de intereses, puesto que uno de los principales objetivos de la reforma es la optimización y eficacia de los recursos, que pueden afectar a programas como el Medicare, un programa que afectaría a una población principalmente republicana: los jubilados, además de la subida de impuestos a los ricos y la eliminación del corte impositivo para quienes ganen más de USD250.000. Todo ello, podría dirse, favoreciendo a un grupo de votantes demócratas importantes, los que tienen recursos más limitados.

La reforma sanitaria, una de las promesas electorales del presidente Obama y en donde mayor esfuerzo ha puesto, ha sido eludido varias veces en las últimas décadas principalmente por su elevado coste y efecto económico, como el anterior fracaso de Hillary Clinton cuando propuso la ampliación del sistema sanitario público, pero después de varios contratiempos parece que ve la luz verde. Ahora tocará ver los resultados de su implantación en el sistema donde el objetivo es que esté plenamente integrado para el 2014 y seguir con el "YES WE CAN".

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